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Probamos con un taller de Hip-Hop....

Probamos con un taller de Hip-Hop....

 

Comenzamos observando el tejido social del municipio, en este caso Cuarte de Huerva, un pueblo apenas a unos kilómetros de zaragoza.

Esta distancia tan ridicula muchas veces se encuentra a millas de la mentalidad de muchos chavales que viven en este municipio, anclados en unas tradiciones, costumbres seguidas rigurosamente y acompañadas por una monotonía, aburrimiento y una falta de motivación abrumadora por parte de los adolescentes.

A pesar de las dificultades nuestra profesión nos enseña a mantenernos al pie del cañon, a no desanimarnos y confiar en ellos, en lograr pequeños cambios en su ocio. Ofrecer alternativas al fin y al cabo.

Observamos que podía ser un taller interesante el Hip-Hop, concretamente les hablarían en apenas dos tardes, de su historia, les enseñarían a bailar, ¨a pinchar¨vinilos y realizarían graffittis. Nos parecio genial, se oía esta música entre los chavales y muchos les gustaba llevar ese aspecto. Podía ser una posible garantía para que asistieran al taller.

Tras realizar una comunicación por varias vías al municipio de la oferta de este taller, radio, carteles, sms, web.....confiamos en que la duracion breve y variada del mismo animaría a los chicos y estarían contentos de la iniciativa.

Su respuesta fue minoritaria, apenas 8 tímidos chavales se acercaron de una edad menor a la indicada, y participaron de forma activa, pero claro se trataba de niños y no de adolescentes, colectivo al que iba dirigida la oferta.

¿que falla? ¿saben realmente lo que quieren? Intentamos que las iniciativas sean suyas, pero no expresan ningun tipo de demanda, no muestran motivaciones diferentes a las ya ancladas en el municipio de generación en generación, el fútbol, los coches, las motos, el coqueteo con las drogas combinado con las relaciones sexuales tempranas.

Es díficil ¨atrapar ¨su atención, la motivación debe ser continua pero a la vez con dosis de respeto a sus decisiones, a sus gustos, respetando su espacio, es complicado motivarles para un proyecto conjunto, no se muestran implicados a pesar de dejarlo en sus manos, para que simplemente opinen, fallan sus propias inquietudes, se encuentran casi nulos la mayor parte de los adolescentes del municipio que conocemos. Y esto como si de una herencia se tratará acaba pasando por todas las generaciones, como un mal eterno.

¿Existe un manual de instrucciones en estos casos? Pero en cualquier caso debemos seguir inventando herramientas de contacto con estos jóvenes, pues esta claro, que las necesitan a pesar de no saber expresar su demanda.